El síndrome de Solomon es un trastorno que se caracteriza por el miedo patológico a ser diferente del grupo y destacar. Básicamente porque pertenecer al grupo es más seguro, y garantiza la integración y la aceptación.
Origen del nombre
El síndrome de Solomon debe su nombre a un experimento conducido por el psicólogo polaco-americano Solomon Asch, en 1951.
Asch condujo un experimento en el que los participantes creían que se iba a analizar su visión. Dr este modo, se les pedía comparar dos líneas de diferentes tamaño y diferenciar cuáles eran iguales. Todos los participantes sabían la respuesta que tenían que dar (que era errónea) salvo el último, quien permanecía ajeno al engaño. Para cuando llegaba su turno, el último participante había escuchado a sus compañeros dar una respuesta equivocada y el 75% de las veces, modifico su criterio para que coincidiera con el de sus compañeros. La respuesta acertada era evidente, pero prácticamente nadie quería llevar la contraria al grupo.
Y esto es lo que sucede con el síndrome de Solomon, que la sola idea de destacar, de salirse del guión o de llevar la contraria, causa pánico. Preferimos mantenernos en la media y no arriesgarnos a sufrir rechazo o hacer el ridículo al estar equivocadas sin saberlo.
El síndrome de Solomon y la herida de la bruja
Este síndrome quizás te haya recordado a la herida de la bruja de la que hemos hablado en otras ocasiones. Y la verdad es que se trata de conceptos parecidos, pero no idénticos.
Las diferencias subyacen en que la herida de la bruja afecta principalmente a mujeres, mientras que el síndrome de Solomon no diferencia entre sexos. Por otro lado la herida de la bruja hace referencia al miedo a destacar ya que «resulta peligroso», y no tanto porque el grupo te rechace (ostracismo), sino porque puede costarte literalmente la vida (brujas ejecutadas por la Inquisición). En el síndrome de Solomon, en cambio, destaca el miedo al rechazo, a no pertenecer… No es que lo vayas a pagar con tu vida, pero tiene un alto coste emocional.
Recursos para superar el síndrome de Solomon
De cara a superar el síndrome de Solomon es crucial que cultives la autoestima y el amor propio, por ejemplo, a través del autocuidado y de aprender a decir no y poner límites.
Si consideras que este problema está afectando a tu vida y a tu desempeño, hasta el punto de que tiene manifestaciones físicas (sudores, vómitos, escalofríos) y te lleva a hacerte pequeñita para encajar, lo mejor es que busques la ayuda de un profesional de la salud mental que te guíe en el diagnóstico y el tratamiento para que ese miedo a ser diferente deje de condicionar tu existencia.
¿Habías escuchado hablar de este síndrome?, ¿es algo que te resuene?
¡Te leo!
Buenos días lunáticas,
Muy interesante, cómo nos gusta ser rebaño … 🙃
Un abrazo tan grande como la luna
Mercè O.
Nuestra memoria ancestral recuerda tiempos en los que fue peligroso disentir. Nos toca aprender que no es así.
Un abrazo enorme, Mercé 🙂