Puede parecer muy simple, pero poner límites NO es siempre es una tarea fácil. Sobre todo si eres mujer y eres empática. O sea, si eres sensible y tienes facilidad para percibir y entender las emociones de otras personas.
Y es que esa tendencia a ponerte en la piel del otro, el deseo de agradar, la facilidad para caer en el rol de cuidadora… se convierten en pequeñas trampas que nos llevan a decir sí, cuando en realidad nos hubiera gustado decir que no. Luego llegan la culpa, el resentimiento y el mal humor.
En general, la dificultad para poner límites refleja carencias en la autoestima. Cuando una no se prioriza por norma, en realidad está manifestando que no se quiere lo suficiente. Sus actos muestran que considera más importante el tiempo y el bienestar de otros que el suyo propio y ‘se regala’ sin miramientos, sintiéndose después resentida y poco valorada
Pero nunca es tarde para aprender a poner límites (incluso si eres una persona empática), y de hecho, resulta súper terapéutico y necesario. ¿Empezamos?
Tipos de límites
En líneas generales podemos diferenciar entre cuatro tipos de límites:
- RÍGIDOS: Son aquellos límites que no son negociables. La persona está cerrada a cualquier otra opción ya que necesita sentir que tiene el poder y el control. Intenta forzar a otros a que acepten sus propuestas y muestra una marcada tendencia a verlo todo en blanco y negro.
- SUAVES: Se trata de límites muy difusos y poco claros. Son personas que prefieren no tomar decisiones y ceden el control a otros. Asienten por sistema y terminan aceptando lo que en realidad no desean. Son dependientes.
- ESPONJOSOS: Se trata de límites inconsistentes. La persona no sabe qué permitir y qué no, por lo que en ocasiones resulta demasiado suave y siente que los demás se aprovechan, y entonces puede volverse excesivamente rígida y poco dispuesta a llegar a acuerdos.
- FLEXIBLES: Son límites saludables. La persona tiene claros cuáles son sus límites y exige que se respeten, pero también es empática y comprende la posición del otro, por lo que está abierta a negociar si la situación lo requiere.
Estrategias para mujeres empáticas
Si eres muy empática puedes sentirte terriblemente culpable cada vez que le dices a alguien que no, pero ¡cambia de perspectiva! Al decir que sí sin desearlo, en realidad, te estás diciendo no a ti misma. ¡Y eso es terrible! Porque mereces tu tiempo, tu esfuerzo y tu energía más que cualquier otra persona en el mundo.
Te dejo estos trucos para aprender a poner límites que a mí me funcionan muy bien:
1.- Ponlos por escrito de manera clara. Por ejemplo: No atiendo llamadas telefónicas a partir de las 20:00 horas, no trabajo el fin de semana, no atiendo mensajes directos por redes sociales… Crea tu propio decálogo y ¡comunícalo siempre que puedas! Ten claro que los demás no aprenderán cómo deben tratarte si tú no se lo explicas antes. ¡No son adivinos!
2.- No des excusas por sistema… ¡Te resta poder! La mayoría de las veces un simple «No, gracias» es más que suficiente. No necesitas justificar tu negativa, así que deja de hacerlo… y nota cómo empiezas a elevar tu vibración (arquetipo de la Reina en estado puro)
3.- Visualiza un escudo protector cada mañana que represente tus límites y te recuerde lo importante que es proteger tu espacio. Visualízalo siempre que te vayas a reunir con una persona que tiende a sacar provecho de tu disposición bondadosa.
4.- No te sientas culpable por ignorar llamadas o e-mails. Life happens! En serio, mi abuela decía (y mi madre repetía) que escribir no es de recibo pero contestar, sí… Y gran parte de mi vida me he sentido obligada a dar una respuesta a cualquier propuesta (incluso en los momentos en los que he tenido decenas de ellas al día y cero tiempo) Hasta que me cansé de hacerlo. Cuando tengo propuestas turbias, no tengo tiempo o me contacta ese conocido aprovechado que me da inmensa pereza… Es (muy) posible que la comunicación me pase desapercibida.
5.- Calcula cuánto dinero te cuesta ese tiempo que has dedicado a hacerle un favor a fulanito, escuchar sus penas o regalarle tus horas más productivas. Ten en cuenta si estás sacrificando también tiempo de tu autocuidado y familia. ¿Te merece la pena de verdad?
6.- No cuestiones tu decisión. Hay gente que no tolera los límites ajenos y algunos te pondrán en su lista negra solo por no mostrarte complaciente. Tenlo claro: No eres tú. Son ellos.
Después de ser madre me volví mucho más estricta con el tiempo que dedicaba a proyectos de terceros y la disponibilidad que tenía para estudiar sus propuestas. Por lo general, fijar dichas entrevistas suponía sacrificar mis únicas horas productivas, la atención a mi bebé de meses y mi propio autocuidado. Por ello, el primer año de maternidad, mis límites, pese a ser flexibles no eran negociables así porque sí. Me prioricé más que nunca. Y por ello, estoy en la lista negra de una conocida influencer del networking y en la de un reputado astrólogo. A ninguno de los dos les hizo gracia que fijara mis condiciones para escuchar sus propuestas. Y aunque al principio me sentó mal el claro rechazo… Ahora me importa tres pepinos. Con déspotas intolerantes prefiero no colaborar. Al final, solo es cuestión de quererte lo suficiente.
¿Y tú? ¿cómo llevas lo de poner límites?
Mal, ése es uno de mis grandes problemas, aunque la verdad es que en los últimos tiempos no me afecta tanto… Será que estoy aprendiendo?
ha sido difícil y creo todavía lo es, poner límites y sobre todo hacerlo saber a los demás, no obstante y al haber llegado al borde de un ataque de nervios (título de una película bastante divertida) creo, sin saberlo, que he ido marcando mis ritmos, puede que no lo hiciera sabiéndolo pero lo hice, y eso ahora que lo pienso me ha funcionado, si no, no sé como hubiera acabado, pero ya digo que no sé exactamente qué estrategia he seguido y creo, ahora que lo pienso, que ha sido de una forma muy natural y espontánea al decirles que: lo siento, no puedo. Y punto pelota!
Un placer y una maravilla seguir tus publicaciones, son guías para mí.
Poner límites puede ser un placer indescriptible, estoy de acuerdo contigo Kati!! Un abrazo enorme! <3
Tienes muchos muchos post interesantes, pero como mujer y desde mi experiencia te digo que este es increíble y totalmente necesario.
Me vi en esa tesitura hace un par de años y hasta que no tomamos nosotras las riendas de una misma y nos proponemos el
cambio nadie lo hará .
Ojala te hubiera conocido antes, aún así sigues reforzando mis nuevos valores y principios. Estoy segura que eres de gran ayuda a muchas mujeres !
FELICIDADES por tu trabajo.
Muchas gracias, Lucy!! <3 Me siento muy honrada.
Gracias Julia, tu nota me llega como anillo al dedo en este momento.
Ha sido muy esclarecedor y alentador para seguir adelante sin culpa….estoy en un proceso de alejarme de un círculo tóxico y aún caigo en alguna controversia por ser empática……por demás 😄!!
Gracias de corazón
La tendencia siempre está ahí (lo digo por experiencia XD) Lo importante es mantenerla a raya y volver a priorizarnos.
¡Un abrazo!
Muchas gracias por tus posts. siento que me son de ayuda.😘😘💪
¡Gracias a ti, Lorena! 🙂
Yo siempre he sido muy empática y siempre caía en relaciones tóxicas bien sea de parejas o amistades.
Pero desde hace unos meses la vida ya me dijo…espabilas o espabilas.
He entendido muy bien de donde me venía todo ésto y es dede mi niñez.
Yo crecí en un hogar donde se invirtieron los papeles y yo era la que cuidaba de mi madre,siempre enferma y un padre que trabajaba demasiado.
Por lo tanto cómo no iba a hacer de madre con mis parejas?
Y con respecto a lo de poner límites era incapaz porque ellos nunca me lo enseñaron ya que se aprovechaban de mí.
Pero ahora me siento muy orgullosa porque por fin he aprendido a ponerlos y no morir en el intento,aunque mis sudores me han costado,😉
Tengo una inquilina kármica en mi casa,y gracias a ella supe que apareció en mi vida para ponerle límites.
Ella es una mujer maltratada física y psicológicamente y yo empaticé con ella rápidamente,ella aprovechó la situación para llamarme demasiado a menudo y quitarme mis energías hasta que empezó a hacerme chantajes emocionales y gracias a ésto dije Hasta Aquí!!
Y como empecé a ponerle límites me convertí en la bruja del cuento ,porque para ella no soy ni empática ni tengo sororidad,😂😂 .
Y como soy todo ésto,😉 ya sólo nos comunicamos por mensajes y cuando es estríctamente necesario.
Con lo cual ella ha entendido mis límites,piense lo que piense,me da absolútamente igual,y ahora le toca a ella aprender a poner límites,pero ésto es otra película.
Yo cada día más empoderada me siento superando éstos obstáculos.
Y por cierto,Julia,comparto con las personas que te han dicho que nos ayudas con éstos post.
Así que muchas gracias por tu gran labor.
Qué poco les gustan los límites a los abusones, ¿verdad? Es un gran logro tomar la decición de poner límites y no ceder a chantajes, Blanca. No dudar de ti misma demuestra una gran fortaleza de espíritu 😉
Hola Julia….a decir verdad, cada post que envías en una apertura de cabeza…..particularmente éste , de los límites , me la ha dado contra la pared….Identificada con las «empáticas», ya apunté para redactar mi propio «decálogo»……Abrir el correo y encontrarme con éstas flechas apuntando a mi baja autoestima, logran sacudirme…y al igual que aquel Quirón, me reconozco en la herida. Ayyyy, qué buena elección fue suscribirme a tus publicaciones….hago espacio en mi tiempo para sentarme, leerte y concederme la libertad de pensar en mi prioridad!!!!!Gracias, gracias, gracias!!! Desde Argentina….abrazo planetario!!!
Muchas gracias por tus palabras Elida!! <3 Me alegro de que resuene y ayude. Otro abrazo cósmico 😉
Julia, reconozco que no leo todos tus correos, pero precisamente éste de los límites ha dado en la diana. Estoy haciendo ese trabajo de poner límites día a día por mi cuenta, pero me voy a proponer hacerme un mural y ponérmelo en la pared para verlo todos los días, e informar a las personas con las que tengo una relación más directa. Gracias por tus lecciones de vida.
Me alegro mucho de que te haya sido útil, Virginia 🙂