A veces, cuando hablamos de relaciones espejo, caemos en la trampa de simplificar demasiado y creer que cualquier rasgo que me irrita del otro es en realidad un atributo mío no aceptado.
No es tan sencillo. Que alguien te haga de espejo no significa que porque te moleste la mentira o la deshonestidad de terceros, por ejemplo, tú seas falsa y desleal.
Veamos cómo funcionan las relaciones espejo.
Relaciones personales y tu crecimiento
Las relaciones personales son un estupendo campo de trabajo para tomar conciencia de qué necesitamos mejorar. Y no me estoy refiriendo únicamente a los romances. Cualquier tipo de interacción que mantenemos con otra persona tiene el potencial de hacernos de espejo y mostrarnos asuntos pendientes.
De hecho, un evento que involucre a otra persona y que provoque una fuerte reacción emocional nos está enseñando algo propio que necesitamos resolver.
Al comienzo de una historia de amor todo son palabras bonitas y mariposas en el estómago. Las hormonas nos ciegan y somos incapaces de ver al otro como en realidad es. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, la venda cae de los ojos y descubrimos que el ser amado no es perfecto. Es entonces cuando sus manías y rasgos de carácter comienzan a molestarnos… Y también es el mejor momento para cuestionar qué nos está mostrando esa reacción emocional.
Por ejemplo, si nos irrita sobremanera el desorden de nuestra pareja, quizás podemos reflexionar sobre qué necesitamos controlar y si realmente todo está en orden en nuestro interior. Esto no indica que tu pareja no necesite hacer un esfuerzo y ser más ordenado, pero no está de más que mires también dentro de ti.
O si de repente encontramos que la seguridad en sí misma que tiene otra persona (sea pareja o no) nos parece desagradable y molesta, quizás debamos autoanalizarnos y preguntarnos porqué y cuáles son nuestras creencias respecto al tema. ¿Aprendimos que la asertividad es vanagloria?, ¿nos inculcaron que reclamar lo que deseas está mal?
Espejos y arquetipos
Muchas veces, la persona que desencadena la reacción emocional en nosotras está representando una figura arquetípica, y a través del trabajo sobre ese arquetipo podemos solucionar nuestros temas pendientes.
Pongámonos en el caso de que tenemos una jefa que es toda una diva. Sus aires de superioridad y la manera que tiene de vanagloriarse de sus logros nos sacan de quicio. Es posible que la mujer sea un poquito insoportable, o tal vez se trata de nuestra experiencia subjetiva de ella. El caso es que nos muestra la sombra del arquetipo de la Reina, y con ello nos invita a trabajar nuestra propia Reina interior.
Una vez lo hagamos. Una vez nos lancemos a trabajar la autoestima, el amor propio y la capacidad de recibir, posiblemente, la relación con nuestra jefa mejorará y dejará de parecernos tan irritante…
Es un ejemplo sencillo pero se entiende bien. Al final se trata de preguntarnos qué arquetipo representa mejor la persona que nos saca de quicio y trabajarlo en nuestro interior. El mero hecho de hacerlo consciente ya es un gran paso.
Solo hay que empezar a ver la vida en clave arquetípica.
Y ahora cuéntame, ¿con qué relación espejo has aprendido más?, ¿qué te ha mostrado de ti misma?
Una llamada telf ha borrado todo el mensaje. 🙏 por algo será . Estaba haciendo el test😳 por que todo gira alrededor del dimero?
El dinero no deja de ser un símbolo. Lo que importa es lo que para ti representa. Hay quien lo vincula al valor de la seguridad, o la igualdad, el poder, la libertad, el estatus… etc. También hay quién lo relaciona con la corrupción, la maldad, la avaricia, la manipulación y la mentira. Yo lo tengo claro, para mí el dinero es libertad y es sumamente importante (la libertad es mi valor nº1)