¡Cuánta profundidad hallamos en la palabra propósito!, y cuántas veces la profanamos sin querer al no tener mucha idea de lo que estamos hablando.
No es una cuestión baladí. Abordar el propósito es ocuparse algo serio. Así que no te equivoques: vivir con propósito NO es vivir de tu pasión. Tampoco es generar ingresos haciendo lo que te gusta… Ambas llamadas pueden sonar estupendamente como eslogan en marketing, pero en realidad, vivir con propósito implica darse cuenta de que la meta es el camino, y de que identificar ese motivo ulterior que guía nuestras acciones no es otra cosa que llegar a lo más hondo de tu propio autoconocimiento.
Por esa razón, si de verdad quieres saber «¿para qué estás aquí?», no te quedará más remedio que aceptar la invitación que nos hace Apolo en tu templo de Delfos e iniciar la apasionante aventura de conocerte a ti misma.
¿Conoces tus fortalezas?
Hay quien identifica propósito con fortaleza, con aquello en lo que destaca y es realmente buena.
Y déjame decirte que NO son lo mismo…
Que seas ágil y estés en forma no implica que tengas que dedicar tu vida a convertirte en una fitness coach.
Que tengas un talento especial para la comunicación no supone que tu verdadera llamada pase por convertirte en escritora.
Y el hecho de que hagas gala de un estupendo sentido del humor no te convierte automáticamente en monologuista del Club de la Comedia.
Tus fortalezas son súper importantes, y obviamente te compensa infinitamente más esforzarte en desarrollarlas, que emplear tu valioso tiempo en pulir tus defectos. Pero no… no son tu propósito. Son algo que YA tienes, no un lugar que descubrir.
El papel de la pasión
No cabe ninguna duda: Vivir la vida apasionadamente es mucho más gratificante que hacerlo de manera descafeinada. Pero que sigas los dictados de tu corazón no significa que estés viviendo con propósito.
Hay quien, erróneamente, está segura de que aquellas cosas que más le gustan tienen que ser su propósito. «Me encanta practicar yoga» dicen, y se convencen a sí mismas que su gran meta es montar un estudio de yoga donde darle rienda suelta a lo que más les gusta.
Tal vez lo que se plantean es que les gustaría vivir viajando, o convertirse en nómadas digitales. Y por ende, como están tan motivadas, declaran a los cuatro vientos que su propósito de vida es hacer la maleta y recorrer mundo mientras se ganan el pan.
Entonces, si eres multiapasionada te ves en todo un dilema, ojo… ¿Cuál es mi verdadero propósito si me gustan tantísimas cosas?
Esta confusión es muy común, y yo misma la cometí cuando lancé mi proyecto Luna Dominante y di rienda suelta a una de mis grandes pasiones: la astrología. Ya había confundido anteriormente mis dones (la comunicación) con mi propósito, segurísima de que cualquier rol en marketing o redacción me realizaría… Y sin embargo no tardé en darme cuenta que algo no hacía clic, que faltaba un ingrediente… Por eso a día de hoy estás leyéndome en este otro sitio que resume de manera más fidedigna quién soy yo y qué es lo que hago.
Entonces… ¿cuál es mi propósito?
«Muy bien Julia… Me dices que mi propósito no son mis fortalezas. Y que tampoco son mis pasiones. Entonces, ¿qué es?, ¿cómo lo encuentro? Porque ahora mismo estoy hecha un lío…»
Es normal que tengas la cabeza como un bombo. Y es que en realidad, fortalezas y pasiones sí que desempeñan un papel en tu propósito, aunque no lo constituyan de por sí.
Primero empecemos por preguntarnos… «¿Qué es el propósito?»
La respuesta nos la da la RAE en su segunda acepción: Objetivo que se pretende conseguir. Así que tu propósito vital no es otra cosa que aquello que da sentido a tu existencia, aquella meta a la que aspiras… o mejor dicho, LA META, con mayúsculas.
Pero ojo, que no se elige a dedo… porque la vida es muy larga y lo que hoy te parece imprescindible, mañana ha pasado a ser banal.
El propósito, a mi juicio, tiene un componente que marca claramente la diferencia con fortalezas y pasiones, y no es otra cosa que la «contribución», aquello que puedes ofrecer tú al mundo, a tu comunidad, al universo…
Y es que el propósito pierde toda noción de egoísmo para convertirse en aquello que puedes aportar. Y sí, para realizar esa contribución, harás uso de tus fortalezas, y desde luego… darás rienda suelta a tu pasión. Pero sobre todo, pondrás tus talentos al servicio de otros y eso amiga, te colmará el alma.
Tu propósito es tu historia
El erudito autor británico, Simon Sinek, te diría que tu propósito es tu «por qué» y que en esta simple pregunta (¿por qué haces lo que haces?) se esconde la ansiada respuesta que tanto nos cuesta encontrar: la esencia de tu propósito.
Pero yo voy a ir un paso más allá y quiero invitarte a reflexionar. Por eso afirmo convencida que «Tu propósito es tu historia». Y lo es porque cada paso dado no ha sido en balde, sino que te ha dejado un valioso aprendizaje. En última instancia, es esa sabiduría que has adquirido a cada golpe de vida la que puedes compartir con la Humanidad.
(Si quieres saber cómo puedo ayudarte a alinearte con tu propósito haz clic aquí)
Así, resulta sumamente importante el saber trascender la experiencias difíciles y dotarlas de un sentido que nos permita extraer algo valioso de cada momento. Hay quien lo llama resiliencia. Y hay quien lo identifica con el mindset de crecimiento. Pero en cualquier caso constituye el material con el que podrás tejer el legado que dejarás aquí. en esta Tierra.
Por eso, no quiero que desesperes si a día de hoy te surgen mil dudas respecto a cuál es tu propósito… Tan solo te pido que mires atrás y recapitules lo aprendido. Y que después fijes la vista al frente y continúes avanzando.
«Se hace camino al andar» decía el poeta… También se gana claridad.
¿Y tú? ¿me cuentas «tu historia»? ¡Te leo!
Hola ! la idea de que mi propósito es mi historia me llena de satisfacción y ganas de ir por más .
Te sigo y nutre .
Fui madre a muy temprana edad : 19 en los ochenta , 3 hijos , «quería» crecer con ellos de lo cual no me dí cuenta sino muuuucho tiempo después , hoy miro atrás y digo : A qué si !!! orgullosa , el camino no fue fácil , las vivencias , decisiones que tomas de forma inconsciente, mis deseos de ser profesional y no encontrar el tiempo, todo lo experimentado me llevó al rol de madre por encima de todo lo demás y un divorcio rápido y poco drama ( mucho interno) de 23 años de convivencia , y ahí estaba a los 43 años con tres hijos adolescentes . Resilencia . No tenía otra opción.
Siguieron siendo motor de vida pero algo cambio . Tenía que saber quien era Yo, no me reconocía en el espejo sin verlos y a partir de ese momento COMENZÓ EL REENCONTRARME CONMIGO CONSCIENTEMENTE.
Los pasos dados los he vivido intensamente . Mudanza a tierras de mis raíces , Serendipia . Una isla como ninguna y muy poca población, me ha protegido . Velar por ellos fuera , por sus estudios universitarios, su independencia y acariciando sus alas pero , siguiendo encontrándome. Saben que hay un siempre entre nosotros . Resiliencia .
Relaciones con parejas que han venido a mostrarme espejos . Más de mí . Ninguna se ha quedado después de su cometido, me estoy preparando para él que me acompañará hasta el final de mis días !! ellos y yo lo sabemos ;_) Cada amanecer y atardecer me hablan . Me gusta lo que escucho y cuando no , termino preguntándome para qué ? y sabes ? sigo dando pequeños pasos. Es mi historia y si ella puede tocar el valor propio y la autoestima de otr@s más que satisfecha .
Gracias por leerme .
¡Qué bonito tu propósito, Marilú!, ¡qué bonita que es tu historia! 🙂 <3
Buen comienzo de semana !
Gracias por compartir Marilú, mucha razón en que las relaciones de pareja son en buena medida espejos, y que nuestr@s hij@s maestros en nuestro crecimiento, nacen creyéndose parte de ti porque es así, son una extensión de ti hasta que progresivamente adquieren su identidad propia. Mucho que descubrir aún aquí más allá de las visiones parciales desde la psicología, neurología… como siempre falta una visión espiritual que es la que recoje las distintas caras en un solo cristal. Un abrazo desde Granada!
Mi nombre es Ruth Herrera, tengo 25 años y vivo en Buenos Aires, Argentina. Siempre me gustó cantar, de hecho aprendí a cantar al mismo tiempo que a hablar según cuenta mi familia, y creía que ese era mi propósito. Cuando terminé la secundaria a los 18 quería venir a vivir acá y estudiar música, vivir de la música, porque en mi pueblo, 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires, no iba a tener oportunidad. Pero mis padres no podían pagarme tal cosa así que me pidieron que estudie algo cerca y después hiciera lo que quisiera. Estudié el profesorado de inglés en cuatro años y cuando me recibí finalmente vine a Buenos Aires. Pero tenía miedo y fui por algo más seguro, la Tecnicatura en Turismo que un año y medio después dejaría para estudiar música. Hace dos años emprendí la aventura más grande de mi vida, bucear dentro mío sin fronteras y fue lo mejor que me pudo pasar. Entendí que a pesar de haber tenido que estudiar algo que no quería, estaba alineado con mi propósito y mi deber kármico. Aprendí a escuchar mi intuición y dejarme guiar por la astrología. Hoy soy profesora de inglés, lo cual amo, y estudio Producción Musical para poder ser dj, ponerle letras con un mensaje poderoso a mis canciones y lograr llevar a las personas a través de la música, algo que les inspire a emprender la mejor aventura de sus vidas.
Gracias por leerme, hermosa semana! Ruth.
Qué interesante Ruth! Nos deja ver claramente que tu propósito es tu historia <3
Yo soy una de esas multiapasionadas que andan intentando dilucidar cuál es su propósito, porque TODO les resulta interesante!. ¿Serán Júpiter y Quirón en casa 10 los culpables? o tal vez que mi carta es súper versátil.
Me súper identifico con lo que cuentas de la comunicación, guapa, porque estudié lo mismo y mis primeros empleos fueron muy frustrantes. Recién ahora, autoaislamento y reflexión mediante, entiendo que el problema no era yo en los trabajos, sino que me forzaba a encajar en empleos que no me aportaban nada. Descubrí que me genera mucha más felicidad aconsejar a alguien y sentir que lo ayudo a sentirse mejor consigo mismo y crear cosas artísticas (la Fortuna en Piscis en casa 5, que estoy aprendiendo a descubrir), que el hecho de que me felicitaran por hacer un buen trabajo de oficina… que en el fondo, no me aportaba nada. Sumale la casa 6 en Piscis, el contacto humano es clave.
Gracias por estos textos tan útiles en esta época.
Un beso!.
Júpiter y Quirón en casa 10… ¿Maestra y sanadora? Suenan como dos palabras clave a digerir. Con Quirón en la casa 10 la búsqueda del propósito puede ser más complicada, pero también es muy gratificante porque impulsa el crecimiento (aunque duela) ¡Beso fuerte!
Me has planteado otra perspectiva de las cosas, lo cual te súper agradezco!!.
Vengo de una familia de maestras, profesoras, docencia y enseñanza. Es algo que también está muy dentro y lo evito a más no poder… tal vez para no seguir con la línea familiar. Pero sin dudas que enseñar es algo que también me genera mucho amor. Creo que la enseñanza es similar a la maternidad: además de conocimientos, ofrecemos generosidad y confianza. También le sumaría los planetas que tengo en casa 9, al tema de la enseñanza.
Hace algún tiempo leí un post tuyo que decía que reconectemos con nuestras pasiones de pequeñas… y mira que casual, que yo les armaba una carpeta a cada uno de mis peluches y les daba la clase, les enseñaba con gran dedicación lo que había aprendido en el colegio :). Sin dudas son dos palabras clave más a reconsiderar.
Un beso grande!.
Me encanta, Daniela!! Yo entrevistaba a mis peluches 🙂 jajajaja… Tenemos mucho en común!
Ya lo creo!!!, además de la marca de la Luna 🙂