Las respuestas que obtienes dependen de las preguntas que te planteas, así que, ¿por qué no empezar a cuestionarte preguntas poderosas? Al hacerlo, apreciarás un cambio significativo en tu realidad.
En el fondo, introducir preguntas poderosas en tu vida implica transformar tu discurso interno, revolucionando la manera en la que te hablas a ti misma. Y déjame que te diga una cosa: Tu mente inconsciente responde a las imágenes y palabras que le proporcionas, por lo que las conclusiones a las que te llevan las preguntas que te surgen son de vital importancia.
No es ningún secreto que las preguntas poderosas resultan esenciales en cualquier proceso de coaching. De hecho, sus orígenes son mucho más remotos y nos conducen a la Mayéutica, o el método que empleaba Sócrates con sus alumnos, para que ellos mismos sacaran conclusiones a partir de las preguntas que se les planteaban.
¿Cómo diseñar preguntas poderosas?
Para diseñar preguntas poderosas lo primero que tienes que tener en cuenta es que se trata de preguntas abiertas. Esto es, no se pueden responder con sí o no (u otro monosílabo) sino que requieren un discurso más elaborado e implican una reflexión.
- Por ejemplo: ‘¿Podrías dejar de tu trabajo? ’ sería una pregunta cerrada (ya que es posible responderla con sí o no) ‘¿Qué otras opciones laborales tienes? ’, por el contrario, sería una pregunta abierta e implica una respuesta elaborada y reflexiva.
Tus preguntas han de ser la llave que abra una puerta a la toma de conciencia, el diálogo y el descubrimiento.
A la hora de plantearte preguntas poderosas, tanto si son para ti misma, como si las vas a usar en un diálogo o proceso con otra persona, has de tener en cuenta lo siguiente:
* Deben potenciar el pensamiento creativo y obligar al otro a darle vueltas al coco y reflexionar sobre su propia vida o el asunto planteado, para llegar a una conclusión válida.
- Ejemplo: ‘¿Quién podría ayudarte a conseguirlo? ’
* Es conveniente que resulten ligeramente incómodas o que sean provocativas, de modo que resulten útiles para sacarnos fuera de nuestra zona de confort.
- Ejemplo: ‘¿Qué te lo impide? ’
* Funcionan muy bien las preguntas cortas y directas, que vayan al grano. Andar con rodeos solo sirve para confundir y generar malos entendidos.
- Ejemplo: ‘¿Qué es lo que de verdad quieres? ’
* Deberemos evitar hacer varias preguntas relacionadas a la vez y nos ceñiremos a un único interrogante.
- Ejemplo: Evitar preguntas múltiples: ‘¿Qué es lo que más te gusta?, ¿qué disfrutas más haciendo?, ¿cuáles son tus hobbies? ’
* La pregunta debe ser relevante para la persona en ese momento y el objetivo que desea alcanzar.
- Ejemplo: ‘¿Cuál es el siguiente paso a dar? ’
* Ha de centrarse en facilitar la toma de acción y tener una utilidad clara.
- Ejemplo: ‘¿Cómo podrías avanzar hacia tus objetivos más rápido? ’
* Debemos evitar las asunciones y los condicionantes que dirijan el pensamiento del otro en una determinada dirección al dar por sentado algo que no está claro o al emitir juicios de valor.
- Ejemplo: ‘ ¿Cuáles son los miedos que vas a encontrarte? ’ (estás dando por hecho que tendrá miedo)
* Es muy útil que conduzcan a nuevas ideas, amplíen la perspectiva del otro o le permitan descubrir diferentes opciones.
- Ejemplo: ‘¿Qué sería diferente si tomaras la decisión que estás considerando? ’
Cambiar tus interrogantes, cambiará tu mundo
Creo firmemente que empezar a utilizar preguntas poderosas puede transformar realmente tu realidad y tus relaciones.
¿Alguna vez has estado compartiendo con alguien y te ha dado la sensación de que esa persona te estaba escuchando con un claro desinterés? Esto, por desgracia es muy habitual… Probablemente el otro asentía al oírte y como mucho, te planteaba alguna pregunta cerrada. Y a ti, esa conversación no te resultó ni útil ni satisfactoria, ya que no cambiaste tu visión del problema y, posiblemente, ni si quiera te desahogaste, al no sentirte comprendida.
Si todos empezáramos a escuchar tal y como lo hace un coach, a depositar nuestro interés genuino en la vida de los demás, a preguntar con ganas de saber, a parafrasear para cerciorarnos de que estamos entendiendo a la otra persona… Estoy segura de que el índice de depresiones, divorcios e infelicidad disminuiría considerablemente.
Puedes empezar a utilizar las preguntas poderosas hoy. Con tu pareja. Con tus amigos. Con tu familia. Con tus compañeros de trabajo. Con tus clientes… Y sobre todo contigo misma.
No esperes más para empezar a cambiar tu mundo. La realidad sufre una absoluta metamorfosis en el momento en el que dejas de cuestionar «si el destino dice que lo que deseas es para ti» y empiezas a plantearte «cómo puedes alcanzar tus sueños». Por poner un ejemplo. Es tan simple como eso 😉 ¿Te animas?
Gracias por tanta información valiosa.
De nada 🙂
Ahora que lo pienso y reflexiono, diría que mucho, las preguntas poderosas deberían ser nuestro decálogo de mandamientos y así, como muy bien dices tú, evitaríamos la mayoría de fracasos que cometemos los humanos.
A mí en particular siempre me han servido, aunque no haya sabido utilizarlas a su debido tiempo o en las ocasiones en que me hubieran venido de maravilla, pero luego, como por arte de magia surgen en mí y sí, reconozco que no sabía como llamarlas, pero las preguntas poderosas sirven, como dije al principio, de mucho, al menos a mí.
Nos iría mucho mejor 😛
¡Gracias! 🌺
A ti 🙂