El arquetipo de la cuidadora y sus lecciones

El arquetipo de la cuidadora está muy presente en la psique de las mujeres. Se debe a un tema educativo y social, pero también a que las mujeres tienen la capacidad de gestar y parir hijos, y la activación del arquetipo de la cuidadora facilita la tarea de la maternidad. Todo esto nos lo enseña el autoconocimiento arquetípico, una fuente inagotable de autoconocimiento que nos sirve para entender y gestionar mejor nuestros patrones de conducta.

Obviamente, no es necesario ser madre para conectar con este arquetipo… De hecho, también hay hombres que se identifican con «el cuidador». En general estamos hablando de personas sensibles y empáticas que son capaces de ponerse en el lugar de los demás y preocuparse honestamente por ellos.

La cuidadora cuando está equilibrada

Cuando está equilibrada la cuidadora es imaginativa y sensible. Valora mucho las relaciones interpersonales y le gusta sentirse apoyada, por eso protege con esmero a aquellos que le importan.

Puedes encontrar a la cuidadora en la amiga que siempre está ahí para escucharte, que te pregunta cómo estás cuando sabe que hay algo que te preocupa y que con su sola presencia ya te hace sentir sostenida y acompañada.

La cuidadora también es la madre primeriza, con la oxitocina a tope, que se dedica en cuerpo y alma a su retoño porque éste depende totalmente de ella. O la madre de tres hijos que hace malabares para no olvidar nada de nadie, ni la clase de yudo del mayor, ni la fiesta de pijamas de la pequeña… En realidad, la cuidadora es cualquier madre que de verdad deseaba serlo y además se implica con dedicación a la maternidad.

Encontramos a la cuidadora en aquella mujer a la que se le enternece el corazón cada vez que ve un animal abandonado… Y ya vive con tres perros y cuatro gatos, pero no puede evitar subirse a casa a otra mascota más cuando la ve merodeando en la basura. Y se deja la piel por encontrarle un hogar.

También la vemos en esa doctora implicada, que sostiene la mano de su paciente cuando tiene que darle un diagnóstico difícil y se implica con el corazón en su proceso terapéutico.

Afortunadamente, hay cuidadoras por todas partes, y cuando vibran alto, son las que hacen de este mundo un lugar mejor.

La cuidadora cuando pierde el balance

Pero no todo es luz, la cuidadora también tiene su sombra.

Si el arquetipo de la cuidadora está desequilibrado puede existir una tendencia a relegarse para el último lugar y no ocuparse de su propio autocuidado. Esto a la larga le generaría rencor hacia aquellos que tanto ama, que parecen no darse cuenta de que ella también necesita atención. Se sienta triste y defraudada, pero no se da cuenta de que en realidad es ella la que ha propiciado tal dinámica.

Esta cuidadora en sombra también puede caer en la manipulación y el chantaje emocional, pretendiendo cobrarse los favores y creando lealtades tóxicas.

Cómo conectar con tu cuidadora interior

Si sabes un poquito de Astrología te habrás dado cuenta de que la cuidadora tiene mucha similitud (por no decir equivalencia) con el arquetipo de Cáncer.

Para conectar con tu cuidadora interior, te propongo un ejercicio de journaling respondiendo a estas preguntas:

  • ¿Qué acciones de autocuidado realizas cada semana?

  • ¿Cómo demuestras amor a aquellos que te importan?

  • ¿Hay algo que te pesa demasiado y que no deberías estar sosteniendo? ¿el qué?

  • ¿Sientes algún rencor o la sensación de que alguna relación en la que estás no es equilibrada y tú das más? Reflexiona sobre tu respuesta.

  • ¿De qué manera puedes apoyar a otros sin quemarte tú?

  • ¿Quién te cuida a ti?, ¿cómo puedes pedirlo?

¡Espero que te sirva! Si el arquetipo de la cuidadora está muy presente en ti, sin duda será una práctica reveladora.

Y ahora cuéntame… ¿Te has cruzado en la vida con muchas «cuidadoras»?, ¿eres tú una de ellas?

Deja un comentario

Suscríbete hoy a nuestra newsletter para mujeres empoderadas y descubre qué arquetipos determinan tu relación con el dinero y cómo alinearte con ellos para construir una vida más rica en todos los sentidos.