La envidia es algo natural. Por eso, resultaría imposible no sentirla alguna vez, ya que el deseo es inherente al ser humano y la envidia no es otra cosa que desear aquello que tiene el de al lado.
El problema llega cuando estos sentimientos de envidia nos producen infelicidad y nos llevan a sentirnos desdichados. Entonces, quizás, algo que debería ser anecdótico se convierte en un síntoma claro de insatisfacción, inseguridad y baja autoestima.
Para analizar la envidia, primero debemos tener claro qué es lo que la diferencia de los celos. Aunque a veces utilizamos ambos términos como sinónimos, en realidad no lo son. Los celos hacen referencia al miedo a perder al ser amado por una tercera persona. La envidia, en cambio, nos lleva a anhelar el lugar que ocupa otro.
A menudo sentimos envidia de personas que consideramos similares a nosotras, que pertenecen a nuestro mismo género y tienen una edad similar. Y esto es porque establecemos una comparación y consideramos que nosotras salimos perdiendo. «¿Por qué si somos tan parecidas ella tiene más dinero?, ¿o más reconocimiento?, ¿o una pareja más cariñosa?» De algún modo, nos parece injusto y sentimos que su éxito determina nuestro fracaso. Pero en realidad esto no es así. Se trata de una mentira que nos estamos contando.
Estrategias para transformar la envidia
Y es que aunque la envidia sea síntoma de una marcada mentalidad de escasez, en nuestra mano tenemos estrategias para dejarla atrás e incluso convertirlo en algo positivo. ¿Cómo? Sigue leyendo que te lo cuento…
* CAMBIA EL OBJETO DE TU COMPARACIÓN: Deja de compararte con otras personas y empieza a comparar tu yo actual con tu yo de hace algunos años. Fíjate en todo lo que has crecido y todo lo que has aprendido y siéntete orgullosa por ello.
* LLEVA AL FOCO AL RECONOCIMIENTO: No te centres en lo que te falta, sino en aquello que tienes. Agradece cada día como hábito y sentirás como tu humor cambia significativamente a mejor.
* USA LA ENVIDIA COMO ESTRATEGIA PARA ESTABLECER METAS: La envidia te está dando pistas de lo que deseas. Analiza por qué envidias a x persona y utiliza la información que obtengas para realizar un mejor diseño de metas. Obtendrás claridad sobre aquello que puede proporcionarte una mayor felicidad.
* CONVIERTE LA ENVIDIA EN ADMIRACIÓN: Se parecen mucho, pero no son lo mismo. Cuando admiras a alguien te sientes motivado en lograr lo que esa persona consiguió. Sin embargo, si sientes envidia, lo que denotas es inadecuación y la existencia de emociones negativas. Si ves que otra persona tiene lo que tú deseas, repite para ti misma: Si ella pudo, yo también 😉 Y analiza los factores de su éxito con una mentalidad estratégica.
¿Estás de acuerdo? ¿Vas a probar lo de inspirarte en la envidia en la reformulación de tus propias metas?
¡Te leo!
Excelente análisis de la envidia no la había visto de esta forma, pondré en práctica este enfoque de la envidia.
Gracias, Gilberto.