El ser humano tiene un ansia insaciable de conocimiento. Desde tiempos inmemoriales ha partido rumbo a tierras lejanas y ha llegado a conquistar hasta la Luna… Sin embargo, uno de los grandes misterios que el hombre tiene aún pendiente de resolver permanece, literalmente, dentro de su cabeza. Y es que el funcionamiento del cerebro sigue despertando interrogantes. Claro está que los avances en neurociencia permiten que vayamos ganando poco a poco claridad. Por ejemplo, podemos detenernos a analizar los diversos tipos de ondas cerebrales que existen y cómo funcionan y entender mejor los estados por los que pasamos a lo largo del día y de la noche.
Clasificación de las ondas cerebrales
El cerebro es un órgano electro químico y por tanto, la actividad que surge de él tiene forma de ondas electromagnéticas. Estas ondas las vamos a medir en hercios o ciclos completados por segundo.
Existen cinco tipos de ondas cerebrales:
+ GAMMA: Son las ondas de mayor frecuencia y menor amplitud (40 – 100 ciclos por segundo) Están implicadas en los procesos cognitivos, el aprendizaje, la memoria… etc. Por lo que hacen referencia a estados de concentración. Son las ondas más sutiles.
+ BETA: Las ondas cerebrales beta oscilan entre los 15 y los 40 ciclos por segundo. Reflejan un estado normal de conciencia, activo, en el que el cerebro está ocupado en procesos mentales y tenemos el foco puesto en algo.
+ ALPHA: Las ondas alpha van de 9 a 14 ciclos por segundo. Hablan de un estado más tranquilo que las ondas beta o gamma. Predomina el alpha cuando estamos meditando, descanso o en una actitud de relax.
+ THETA: Son ondas de más amplitud y menos frecuencia que las anteriores (5 – 8 ciclos por segundo) Predominan en estados de trance, imaginación activa, duermevela, estado REM, piloto automático, hipnosis… etc
+ DELTA: Se trata de las ondas de mayor amplitud y menor frecuencia y van de 1,5 a 4 ciclos por segundo. Las ondas delta predominan en estados de sueño profundo en los que no estamos soñando.
Estados e inconsciente
De lo que hemos visto sobre las ondas cerebrales deducimos que los estados alpha y theta son los más idóneos para conectar con la mente inconsciente. De hecho, podríamos decir que el estado alpha es la puerta de entrada a la mente inconsciente y que el estado theta es ya territorio del inconsciente.
Sabemos que la mente inconsciente influye enormemente en nuestro día a día y en la toma de decisiones (hasta un 97%) y por tanto, mejorando la comunicación que tenemos con la mente inconsciente, estaremos dando un gran paso para co-crear un futuro mejor.
El estado alpha hace referencia a los momentos de relajación – meditación, mientras que el estado theta tiene más que ver con el sueño profundo, el trance y la hipnosis. Cuando nos vamos a la cama, pasamos del predominio de ondas beta, al de ondas alpha (al empezar a relajarnos), luego llegan las ondas theta, justo antes de dormir y en estado REM (soñando) Y por último, las ondas delta (sueño profundo)… Y así, cíclicamente, hasta que llega el momento de despertar.
Es esa conexión con el inconsciente que tenemos al dormir la que nos lleva a querer «consultar una decisión con la almohada» para ver las cosas con más claridad. Los sueños han permitido a muchos genios de la historia encontrar la respuesta a las incógnitas que se traían entre manos o hallar la idea para su gran obra de arte. También es la fuerza del inconsciente al dormir la que nos aconseja no «llevar una discusión» con nuestra pareja a la cama y solucionar las cosas antes de acostarnos.
Implementando hábitos tan sencillos como los siguientes, podrás mejorar de manera notable tu día a día:
1.- Antes de irte a dormir, agradece todo lo bueno que te ha pasado ese día y en general, las bendiciones que tienes en tu presente. Evita rumiar los problemas y céntrate en pensar en las cosas que te entusiasman y te hacen feliz. Visualiza el futuro deseado y plantea una intuición para la siguiente jornada (por ejemplo, despertarte descansada y llena de energía)
2.- Acostúmbrate a dormir con una libreta en la mesilla y nada más despertar escribe lo que recuerdes de tus sueños. ¿Puedes encontrar un mensaje simbólico en ellos?. ¿Tienen sentido en tu contexto? Usa el estado alpha de nada más despertar para hacer journalling y encontrar soluciones creativas a tus problemas. Conecta con tu sabia interior.
La hora de irte a la cama y la hora de despertar son clave. Asegúrate de que las vives con conciencia y no tiras esa capacidad de conectar con tu inconsciente por la borda.
Obviamente, meditar a diario tiene un ‘para qué’ más allá de la relajación que nos produce 😉 Al hacerlo, estás potenciando los estados alpha, e incluso theta, y con ello, fomentando la apertura de conciencia.
¿Tienes algún otro truco que compartir que nos pueda ayudar a todas? ¡Te leo!