No tienes porqué ser una diosa.
Así que no te tortures con los altos estándares y las exigencias de perfección que nos acompañan irremediablemente a las mujeres allá dónde vamos. Parece que esperan de nosotras que seamos seres sobrenaturales: La casa perfecta, los niños atendidos, el trabajo terminado, la comida en la olla, y las uñas, las piernas y el pelo impecables… ¡No te vayas a descuidar! Y si algo falla, prepárate para la culpa, primero interna. Y luego, por parte de quienes se meten donde no les llaman.
Pero ¡tengo buenas noticias! Realmente es mucho mejor ser humana 🙂 Y te voy a explicar porqué en menos que canta un gallo.
Eres más inspiradora que cualquier diosa
Querida mía, ¡sólo necesitas creértelo!
Puedes batir a las diosas porque éstas reflejan figuras estereotipadas y simples, mientras que tú eres increíblemente compleja, ¡y tienes el potencial de crecer y evolucionar!
Primero, has de tener claro que cuando hablamos de diosas, en realidad estamos lidiando con arquetipos. En este aspecto, es interesante que curiosees el trabajo de Jean Shinoda Bolen sobre las diosas que habitan en ti.
Las figuras arquetípicas hacen referencia a patrones de conducta universales que todos conocemos porque están almacenadas en inconsciente colectivo, esto es, son comunes a toda la Humanidad. Y es que aunque Afrodita, por ejemplo, pertenece a la mitología griega, podemos encontrar deidades equivalentes en otras culturas. Resulta que ese «patrón» nos es innato y somos capaces de reconocerlo.
Tu personalidad se ve influenciada por tu familia de arquetipos, por tanto, identificarlos te será muy beneficioso y te permitirá tomar decisiones con mayor conciencia.
No te pongas corsé
Así que evita etiquetarte y calzarte un corsé, porque como te decía antes… ¡Eres un complejo microcosmos!
Si lo piensas, las diosas no crecen, no se contradicen, no evolucionan… Artemisa es como es, al igual que Atenea, o que Deméter, o Vesta… Tenemos muy claro lo que podemos esperar de ellas. ¡Precisamente porque son arquetipos!
Contigo no sucede lo mismo. Estás llena de contradicciones y la vida te va modulando… Quizás en tu juventud tomó el dominio la ingenuidad de Perséfone, y como ella, descendiste a los infiernos, para resurgir fortalecida. Pero tras esa experiencia, reconociste tu Artemisa interior y tomaste la decisión de no volver a renunciar a nada por nadie… O quizás en tu interior presencias una lucha entre esa Deméter que se desvive por sus hijos, y las ansias de Atenea de seguir escalando en el mundo corportativo.
Son varios los arquetipos que ejercen un influjo en ti y te llenan de paradojas… Pero tienes la libertad de elegir y crecer, de romper las cadenas de dominio del mito y convertirte en la heroína de tu Historia.
Es por eso que me entra la risa cada vez que hablo de Astrología y alguien me comenta que «Géminis no es así porque yo soy Géminis y soy diferente». A ver cuándo empezamos a tomar conciencia de que las personas NO SOMOS arquetipos, sino que tenemos la posibilidad de emplear los arquetipos para entendernos y conocernos, mejor.
¿Se aprecia el giro de mindset? ¿Lo habías contemplado alguna vez de esta forma?
Que buenos y verdaderos comentarios,queno solo son eso son una realidad,…hemos de poner amor a amar lo que llevamos dentro y desplegar nos sin miedo…..y tú me ayudas cada día….gracias Diosa…Divina.
Julia siempre tan sabia. Totalmente de acuerdo, con las etapas de arquetipos en nuestra vida, y esa «lucha» Sobre cual prevalece, más aún cuando eres madre. Gracias.
Totalmente 😉